martes, 12 de julio de 2011

El sueño del mercado de capitales moderno

Publicado en:  IPE (El Comercio 12/07/2011)
Ayer se organizó el primer “Día del Mercado de Capitales del Perú” promovido por la Universidad del Pacífico y una empresa de administración de fondos de inversión que lidera un ex funcionario público, también vinculado al mercado de capitales en su encarnación como servidor público. Ojalá que en la enésima edición del Día sea pan de cada día el sueño que describimos a continuación. Los emprendedores acceden a la primera ronda de capital de riesgo que necesitan para concretar sus innovadores proyectos de amigos, familiares y conocidos. Los fondos de capital de riesgo aportan deuda convertible en acciones, ayudan a completar el ampliado equipo gerencial y establecen controles a la nueva empresa, que echa a andar los proyectos innovadores. Años después, fondos de capital privado aportan capital y deuda para financiar la etapa de crecimiento explosivo de estas empresas, que ya son toda una realidad. Más adelante, la empresa, a la que se le han demandado reformas de gobierno corporativo desde su creación, por lo cual el proceso descrito le parece absolutamente natural, emite acciones en el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) para financiar su expansión internacional. Este relato es perfectamente posible y marcaría un notable progreso, y oportunidad para las empresas peruanas. Se siguen requiriendo, sin embargo, algunos cambios tanto en las políticas públicas como en el sector privado (ver gráfico).

 Parte de la agenda pendiente en cuanto a las reformas que el Estado ha iniciado para facilitar el desarrollo del mercado de capitales las explicó el Ministro Ismael Benavides en su participación en el Día. Como podemos ver, algunos de los proyectos (ley de creación de la Superintendencia de Valores, la modernización de la Ley del Mercado de Valores y el aumento de las inversiones en el exterior de las Administradoras de Fondos de Pensiones) siguen durmiendo el sueño de los justos en la Comisión Permanente del Congreso de la República. Congresistas que, en su mayoría, no van a ser reelectos parecen más preocupados por aprovechar sus últimos días como tales, simplemente no han discutido los proyectos mencionados.

 Las presentaciones y discusiones a lo largo de todo el día mostraron que existe un consenso generalizado en que los proyectos son un paso en la dirección correcta y que la demora en aprobarlos perjudica el desarrollo económico.

 El proyecto más importante busca otorgarle mayor autonomía a la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV), que se convertiría en una Superintendencia de Valores. Hay que reconocer que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no quiso otorgarle autonomía financiera, lo que nos parece un error. Hubiera sido ideal otorgarle el mismo grado de autonomía que la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras de Fondos de Pensiones, si no el del Banco Central, pero no se quiso abrir estas leyes con un Congreso tan mediocre y mercantilista. De todos modos, la Superintendencia tendría mayor capacidad de maniobra que CONASEV y resulta un avance.

 El segundo proyecto facilita la emisión de valores, especialmente para empresas medianas y el tercero amplía el límite legal de inversión de las AFPs en el extranjero, permitiéndoles diversificar mejor el riesgo que enfrentan los pensionistas. Aún si se aprobaran estos proyectos, la agenda pendiente es amplia e involucra al MEF, BCRP, la ojala Superintendencia y el Congreso. Si bien discrepamos con algunas de las propuestas específicas, concordamos con el énfasis que el plan de gobierno de Gana Perú pone en la importancia de desarrollar el mercado de capitales. Por ello, habría espacio para importantes reformas sin que estas entraran en conflicto con lo que propone el nuevo gobierno.

 Pensamos que no habría conflicto tampoco con listar y colocar en bolsa un porcentaje minoritario de las mayores empresas públicas (como Petroperú, Sedapal o Electroperú). La agenda pendiente del sector privado también es muy relevante.

 La integración al MILA es todo un reto para la bolsa de Bolsa de Valores de Lima (BVL) que requiere modernizarse y reformar su gobierno corporativo.

 La mayoría de las empresas prefieren no ir al mercado de capitales porque el financiamiento bancario está disponible y resulta más barato por las ventajas tributarias y regulatorias que existen. Asimismo, no están dispuestas a adoptar las necesarias reformas de mercado corporativo, en parte por desconocimiento y por costumbre sin considerar que esto limita seriamente su capacidad de acceder a financiamiento competitivo de largo plazo para financiar su crecimiento. Sorprende que ni la apertura económica ni la integración al mundo ha sido suficientes para cambiar esta mentalidad pre capitalista. Quizás el cambio generacional y el surgimiento de emprendedores del nuevo Perú concreten el sueño.

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