miércoles, 9 de septiembre de 2009

Actualidades sobre la Depresión

Por:Juan José Garrido
Transcurridos catorce meses desde el inicio de la primera depresión del siglo XXI, dos respetados economistas de VOX -me refiero a Barry Eichengreen de la Universidad de Berkeley y Kevin H. O’Rourke del Trinity College en Dublín -han actualizado su comparación con la Gran Depresión de 1929, concluyendo que la data aún presenta un futuro incierto para la economía mundial.
Si bien es cierto que la producción industrial mundial presenta “claros signos de recuperación”, todavía estamos por ver si ello se acumula en inventarios -debido a una débil demanda del mercado norteamericano- o si dicha demanda se consolida. Si utilizamos junio de 1929 como punto de partida (=100) para el análisis de la Gran Depresión y abril del 2008 como inicio (=100) de la actual depresión, actualmente nos encontramos en 90, cuando a similar temporalidad la Gran Depresión se encontraba en 80. Es decir, mientras la producción industrial decrecía de manera sostenida en los treintas -de hecho, cayó por tres años consecutivos-, la actual crisis financiera presenta un escenario económico más esperanzador.
Empero, los mercados bursátiles no han recuperado la confianza en la misma proporción. Tomando, similarmente junio del ‘29 y abril del 2008 como puntos de partida (=100), la actual depresión (69) presenta un descenso ligeramente superior al de la Gran Depresión (74). En otras palabras, los mercados han castigado drásticamente sus expectativas, no obstante la recuperación vista en los últimos meses -desde el punto más bajo, donde el indicador era 50.
En cuanto a volumen de comercio, de igual forma, nos encontramos en aguas más turbulentas que en los treintas. Mientras el comercio mundial se redujo, transcurridos catorce meses, en 10% durante los treintas, la actual crisis presenta una contracción indudablemente mayor (20%). El comercio internacional, como indicador, es más que relevante por diversas razones -mejores precios a los consumidores finales vía las ventajas comparativas, transferencia tecnológica, señales de proteccionismo o apertura a la globalización, entre otros-, por lo que el actual escenario se presenta aún como sombrío para nuestra región -en especial nuestro país-, que ha sufrido la recesión más como una reducción del mercado externo que como una restricción del crédito.
Así las cosas, la segunda mitad del 2009 será muy importante para determinar la naturaleza de la actual crisis económica: si se consolida la demanda norteamericana, posiblemente ya pasamos lo peor de la misma; si, por el contrario, se deterioran las señales del consumo interno, posiblemente veremos una segunda caída significativa de los mercados bursátiles, con una recuperación recién en el 2011 o 2012.

La competitividad es obra del mercado

Por: José Tapia
El Ministro de Economía ha puesto en agenda un tema que se ha venido postergando desde hace muchos años. Cuando se creó el Consejo Nacional de la Competitividad (CNC) en el 2002 no lograron avanzar con la reforma del estado. Y es que el tiempo nos da la razón.

La competitividad ha aumentado en los últimos años no por algún Plan Nacional de Competitividad sino por obra de las fuerzas del mercado. Ningun organismo estatal puede crear competitividad sino más bien obstaculizarla. Toda iniciativa gubernamental sirve para intervenir no para abrir espacios de libertad. Más bien, es por la poca libertad empresarial que hay la que ha hecho subir unos puestitos al Perú en este ranking.

Si realmente quieren aumentar la competitividad deben limitar la acción del CNC lo más posible. Ya tenemos una experiencia parecida con Indecopi. Al crearse en 1992 era una pequeña oficina de unos cuantos funcionarios en San Borja, cuyos impulsores aseguraron que no iba a representar una mayor carga fiscal pero vean en lo que se ha convertido. Un tremendo elefante burocrático. En un organismo super poderoso pero lento en su desempeño con oficinas regionales en Cusco, Arequipa, Loreto, La Libertad, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Tacna, y Puno. Con una abultada planilla de trabajadores tanto en CAS, personal nombrado y de confianza, también crea empleos indirectos con su presupuesto. Gasta según su portal de transparencia económica S/.64 millones anuales.

El CNC tiene en agenda los siguientes Planes: Perú Emprende, Perú Innova, Intermesa, Cadenas Competitivas, Regiones Competitivas, y Educación para la Competitividad.

La experiencia nos señala que va a requerir más burocracia, leyes, resoluciones, directivas, reuniones, viajes, foros, y más viajes, foros, reuniones, etc. Podemos afirmar que ello contribuirá con más gastos de gobierno, más regulaciones, más deuda, más impuestos, sin contar con el costo de oportunidad de las horas no trabajadas de aquellos empresarios que participan en el Consejo Directivo. Supongo que la Directora del CNC querrá superar en importancia al Indecopi para aspirar a más presupuesto fiscal, pues esa es la lógica de la Elección Pública. A mayor presupuesto equivale contar con medios suficientes para tener una presencia reguladora en la competitividad empresarial.

Si los países ganaran competitividad mediante la metodología de mayor burocracia los países más intervenidos serían los primeros en el ranking. Pero no hay pruebas reales que nos confirme esta suposición.