jueves, 5 de noviembre de 2009

Entendiendo la pobreza

Por Juan José Garrido
Toda problemática que desee ser resuelta requiere, primero, de un análisis causal. Esto es evidente. Llama la atención, por ello, la manifiesta ausencia de una rigurosa investigación que permita entender las causas de la persistencia de la pobreza en el Perú. Es indudable que los marcos teóricos con los que se explicaba la pobreza están, además de desfasados, inundados por un tinte ideológico que no permite distinguir entre lo real y lo fantástico.
La pobreza como fenómeno no es reciente; de hecho, es la condición natural del ser humano. El economista Angus Maddison, en su tratado sobre la economía mundial desde el año 1 hasta el 2030, desmitifica ese credo marxista sobre la pobreza como un fenómeno capitalista. En el año primero de la era cristiana el PBI per cápita promedio era cercano a los 467 dólares (en dólares constantes de 1990); hacia el año 1000, el PBI promedio se había incluso reducido a los 450 dólares. Recién en el año 1500 es que los ingresos promedio superan los 550 dólares, manteniéndose los mismos casi constantes hasta la primera Revolución Industrial (1820). El gran salto en ingresos per cápita promedio se da recién en 1913, cuando se rompe la barrera de los 1,500 dólares; en 1973 alcanza los 4,000 dólares y se inicia el segundo milenio con cerca de 6,500 dólares de PBI per cápita promedio.
Es decir, nos tardamos casi 1800 años para duplicar nuestra producción per cápita, y luego la octuplicamos en sólo 200 años. El ritmo actual de crecimiento es incluso mayor, razón por la cual la pobreza en el mundo se ha reducido de los niveles preindustriales (hasta 1820, cerca del 85% de la población mundial se encontraba bajo los límites de pobreza extrema) a las cifras que hoy contemplamos con pesadumbre, pero que significan una mejoría sustancial en los niveles de calidad de vida de millones de personas. Surjit Bhalla, economista especializado en el estudio de la pobreza y la desigualdad, calculaba la pobreza extrema (ingresos diarios menores a 1.08 dólares) en el año 2002 en niveles cercanos al 13.1% de la población mundial, pronosticando una reducción sistemática de la misma casi a nivel global con la penosa excepción del África subsahariana.
Lo relevante no es, entonces, las causas de la pobreza en sí; es decir, de lo fenomenológico. Lo importante es desnudar por qué persiste la pobreza cuando se tienen claras las rutas del desarrollo -apertura comercial, estabilidad macroeconómica, mejoras en la calidad institucional, acceso a infraestructura, entre otros.

1 comentario:

Julio dijo...

vean el ranking de peru en cuanto a desarrollo, saludos!
http://www.losandes.com.pe/Economia/20090917/27289.html