jueves, 24 de julio de 2008

EL ORIGEN DE LA ACTUAL CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL

Charles Philbrook*

LIMA, PERU - Julio 24, 2008 - El mundo va hacia una gran crisis financiera cuyas consecuencias en la producción y el empleo ya empiezan a sentirse en economías desarrolladas y emergentes, en Asia, Europa y América Latina. Todo indica que esta vez no hay nada que los bancos centrales puedan hacer, pues, o salvan a los mercados financieros del precipicio al que los han llevado -pero dejan que el alza en los precios se desboque- o acaban con esta alza -subiendo las tasas de interés-, y estoicamente contemplan cómo estos mercados se despeñan. El mundo, queda claro, se encuentra entre dos grandes peligros, dos monstruos, Escila y Caribdis, de forma que si nos alejamos de uno nos acercamos al otro. Pero ¿cómo se llega a esta situación?

Quienes ven pasar el mundo desde la rive gauche encuentran en esta crisis una prueba más, una indudable prueba más, de que su origen yace en una 'falla de mercado'. Nada, sin embargo, más alejado de la verdad, porque como irán descubriendo, a medida que avancen en la lectura, todo este desbarajuste financiero tiene su origen en una 'falla de gobierno' (que las hay, y muchas). Cada vez que un gobierno interviene en la actividad económica estableciendo o fijando el precio de tal o cual producto, se presentan dos escenarios posibles: o hay escasez, es decir, exceso de demanda (a la que se llega cuando el precio gubernamental se encuentra por debajo del precio al que la libre interacción en el mercado lo llevaría -castigando así a los productores-) o hay sobreoferta (que se da cuando el precio gubernamental se encuentra por encima del precio de mercado -castigando ahora al consumidor-). Una y otra vez, cuando los gobiernos intervienen fijando o controlando precios, se llega inevitablemente a uno de estos dos resultados descritos. Y se llega a esta situación porque únicamente a través de la interacción entre productores y consumidores los mercados 'descubren' ese precio en el que lo que se consume es igual a lo que se produce. No hay manera posible de que los gobiernos tengan acceso a esta información si esa interacción no se ha dado. Pues bien, vayamos directamente a la falla de gobierno. La tasa de interés -que algunos desinformados economistas definen como 'costo del dinero'- probablemente sea la variable más importante en toda la economía. Y, sin embargo, y siendo la más importante, es la variable que en la mayoría de países sigue siendo arbitraria y centralmente planificada desde el Estado, desde los bancos centrales (¿dónde está el 'libre mercado'?). Cada vez que un banco central fija la tasa de corto plazo (que influye en las de largo plazo) por debajo de la wickselliana tasa natural de mercado, en la que el ahorro y la inversión se encuentran en igual nivel, se incentiva la inversión pero se castiga el ahorro. De igual manera, cuando arbitrariamente se fija ésta por encima de la tasa de mercado, se incentiva el ahorro y se reduce el nivel de inversión. Hasta aquí uno puede fácilmente argüir que es bueno que aumente la inversión porque esto lleva a una mayor producción y a un mayor nivel de empleo. Éste, sin embargo, es un enfoque equivocado, porque si una 'artificialmente' baja tasa de interés aumenta la inversión a costa de un menor ahorro, ¿cómo o 'quién' cubre ese diferencial? Ese diferencial, como podrán intuir, debe de salir de algún lado, y ya que no sale de este último ni sale de una mayor producción (que todavía no se ha llevado a cabo), sólo puede salir del monopolista central del dinero que lo crea literalmente del aire, ex nihilo, de la nada. Esta artificial expansión del dinero y el crédito, que no tiene un soporte sólido ya que no está basado en un mayor ahorro, es la causa del ciclo económico, es la razón principal por la que las economías experimentan periodos de auge y recesión, y es la sílaba decisiva que siempre le faltó a esa charada teórica que siempre fue el marxismo. La sobreinversión y posterior colapso de los márgenes en las utilidades corporativas, que Marx atribuía a fallas 'inherentes' al capitalismo, en realidad, eran y siguen siendo fallas inherentes a la institución monetaria de la banca central

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http://www.ileperu.org/contenido/articulos1/philbrook_cicloecon_bancoscentrales.pdf

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